Los procesadores de servidor son directamente responsables de la direccionamiento de la memoria desde la introducción de las CPU Intel Xeon. A cada CPU se le asigna un grupo de ranuras de memoria.
Esto permite un acceso directo y rápido a la memoria asignada al respectivo procesador. Además, si es necesario, también es posible el acceso indirecto a la memoria asignada a otra CPU. La tecnología que permite este acceso directo e indirecto se llama NUMA (Non-Uniform Memory Access).
El acceso indirecto a la memoria, donde se accede a la memoria de otra CPU, se facilita a través de las conexiones QuickPath Interconnect (QPI) entre los procesadores.
Para lograr un alto rendimiento, es muy beneficioso equipar las diferentes CPU de un servidor con configuraciones de memoria idénticas para minimizar el acceso indirecto a través de las conexiones QPI.